Reflexiones de cuartos de baño
Decía Jorge Bucay en algunos de sus cuentos, que la humildad no se llevaba nada bien con la soberbia; vamos, que se tenían 'ganas'. Y todo por el ego de esta última, que como la venda que ciega a la justicia, no le dejaba ver mas allá de su persona.
Tremenda reflexión para tan traumática experiencia. No he sufrido nada excepcional, nada que ustedes no hallan sufrido ya. El profesor en cuestión, tiene una de esas profesiones bellas y motivantes que uno desearía ocupar. "Ya es bastante difícil educar a los hijos, como para educar a toda una serie de generaciones", decía uno. Pero en ciertas ocasiones, uno se encuentra con profesores que van disfrazados de poetas satíricos, envueltos en soberbia. No sería justo generalizar, valgame dios; así que trataré de crear un modelo tipo para que todos podais reconocerlos a simple vista.
Buena presencia, edad media-alta, 45-60 años, gran experiencia, valorado intelectualmente en su materia, ha escrito o editado
algún libro o articulo, declara que el contenido de su asignatura es imprescindible en la formación de cualquier universitario, no da pie a
discusión alguna y con (alarmante) frecuencia ensalza la educación tradicional. La libertad de
cátedra es su escudo y la pasividad e inocencia de los alumnos, su dulce mas preciado.Pero su
característica mas común, cuando su soberbia llega al punto de ebullición, son las opiniones personales que se confunden con expertas lecciones. Cuando el hecho de estar en ese '
minarete' da
crédito a todo tipo de
despropósitos gratuitos. Sabina, el genial
Joaquín,
decía que "gran parte de los interrogantes de la
sabiduría residían en la puerta del 'tigre' de un bar" (en el cuarto de baño vamos). En fin, cada uno tiene su lugar.
Después de oir a un profesor de medicina en un curso del Servei
d'Esports de la Universidad de Valencia decir "...los de
IVEF, no han visto un libro en su vida" y "....que me perdone Quique S. Flores, pero cualquier
fisiólogo nutricional, sería mejor entrenador que él...." o "...el deporte esta en pañales, cualquier paciente del
clínico pasa más controles en una
analítica que los deportistas de é
lite"; me dan ganas, la verdad, de escuchar más canciones de Sabina y menos incoherencias de (supuestos) sucesores de Galeno. Y para los que piensen que me he recreado estando
todavía 'caliente', que sepan que he esperado una semana; porque sino el vocabulario utilizado habría sido otro bien distinto y no quisiera ofender a la lengua de
Cervantes.
Sueño con profesores de "Lenguas de Mariposa" y en no convertirme en lo que detesto. "Hay dos cosas infinitas: El universo y la estupidez humana. Y del universo no estoy seguro".
Albert Einstein.